El poder de leer en voz alta: 4 beneficios para los niños
Desde hace años que soy partidario de leerles a los bebés y a los niños, principalmente porque así se les desarrolla el gusto por la lectura. Sin embargo, fue hasta que leí La magia de leer en voz alta, de Meghan Cox Gurdon, que me enteré de los múltiples beneficios que tiene. Es por eso que te comparto algunos de ellos, todos basados en estudios científicos.
Cabe destacar que leer en voz alta tiene más poder si se hace desde que el bebé está en el útero hasta que cumple cuatro años. Esa etapa es donde se potencian los beneficios.
1) Mejoran su conexión neuronal
Cuando les lees en voz alta, se les desarrolla una mejor conexión neuronal, por lo que su capacidad de procesar información es más rápida y eficiente. Así que aprenden a solucionar problemas de forma más veloz, entienden conceptos con mayor precisión y son capaces de captar oportunidades que otros no.
2) Su imaginación se potencia
Resulta que la imaginación tiene niveles. Hay personas que apenas pueden imaginar al leer descripciones, otras que lo hacen sin tanto detalle, y unas más que viven dentro de su imaginación, creando mundos e interactuando con ellos. Pues uno de los beneficios de leerles en voz alta es que se vuelven capaces de visualizar mejor cualquier tipo de concepto o imagen mental, lo que les confiere un don de imaginación superior al promedio.
3) Tienen un desarrollo lingüístico avanzado
La mayoría de libros contiene texto y, los que no lo tienen, son algunos álbumes ilustrados, en cuyo caso las imágenes son el lenguaje principal. Pues leerles en voz alta o explicarles la historia con las ilustraciones aumenta su vocabulario, su capacidad del habla, su comprensión del lenguaje y de lo abstracto. De hecho, los ayuda a entender los problemas de matemática con mayor facilidad.
4) Crece su inteligencia emocional
A pesar de que uno puede leerles cualquier tipo de texto (incluso el de una caja de cereal) para que aprovechen los beneficios anteriores, este se da cuando les leemos historias de ficción. Y, si tienen ilustraciones que muestren las expresiones de los personajes, es mucho mejor, pues hace que aprendan a identificar las emociones, tanto en sí mismos como en los demás, lo que apoya a su inteligencia emocional desde una edad muy temprana.
Personalmente, le he leído en voz alta a mis tres sobrinos, cuyo lenguaje es muy bueno, y no lo digo porque sí, sino por sus evaluaciones psicológicas. Sin embargo, la que más me sorprende es mi sobrina más pequeña, Abigail, quien recién cumplió dos años en agosto y ya es capaz de conjugar verbos en frases y oraciones completas; incluso mantiene conversaciones con facilidad. Justamente, es a la que más le gustan los libros, ya que le leí todas las semanas durante su primer año y medio. Ahora le gusta que le lea libros de preescolar y a veces de primeras lecturas. [Te comparto un video]
Mi sobrina Abigail comentando la lectura de Donde viven los monstruos, de Maurice Sendak.
¡Así que la magia de leer en voz alta es real!