Lecciones de “El poder de ser vulnerable”: La insuficiencia por aprobación

El poder de ser vulnerable

Hace un par de años leí El poder de ser vulnerable, de Brené Brown, quien por más de 20 años ha estudiado la vergüenza, la empatía y la conexión. Sus descubrimientos dan para varios artículos sobre conceptos de vida que quiero compartir, así que quiero empezar con la insuficiencia por búsqueda de aprobación debido a la cultura de la escasez.

Lo primero es entender que la cultura de escasez es un conjunto de creencias que hace que aferremos nuestro valor a los resultados, el tiempo que pasamos ocupados y a la aprobación ajena. Cuando no satisfacemos alguno de estos aspectos, se genera una sensación de insuficiencia interna.

Insuficiencia por búsqueda de aprobación

Se crea cuando nos sentimos inferiores por no cumplir lo que se espera de nosotros o cuando no llenamos los estándares que la sociedad aclama como correctos. Por ejemplo…

Caso 1

Desde niña, tu familia te dijo que una verdadera mujer tiene su casa limpia, sabe cocinar, bordar y se dedica a la familia; si no cumple eso, ni siquiera es material de esposa. Creces y eliges el camino de la música porque eres una artista nata; vives de eso. Tu apartamento está patas arriba porque dedicas tu energía a crear melodías, no a los quehaceres. Incluso piensas contratar a alguien que te ayude.

El poder de ser vulnerable

Conoces a un chico del que te haces novia; él te admira y te ama, te apoya con tu carrera, no te critica, pero como quedó en ti la creencia familiar de lo que supuestamente es una verdadera mujer, te sientes insuficiente. Meses después, rechazas su propuesta de matrimonio porque temes decepcionarlo, resientes tu carrera y la culpas de no darte valía como mujer. Vives avergonzada de ser quien eres. No eres feliz. Así es como el sentimiento de insuficiencia te atrapó.

Caso 2

Tienes un talento superior al pintar murales. De hecho, las empresas te contratan para que embellezcas sus negocios.

Un día, un periódico online crea una nota exponiendo tu trabajo. Checas los comentarios y algunos tachan tu arte de inferior, de vandálico, de poca cosa. Uno de ellos proviene de un artista que admiras. Duele.

El poder de ser vulnerable

El rechazo te hace dudar de tu don: te genera una sensación de no ser lo suficientemente bueno, de no ser un artista digno de respeto. Inquieto por obtener valía, optas por crear retratos al óleo. Eso no te llena ni te hace feliz, pero te da una falsa seguridad de ser «suficiente», porque ahora te aprueban. Dejaste por un lado para lo que habías nacido.

¿Quién fue el enemigo en ambos casos? La cultura de escasez en la que nos guiamos por lo que otros valoran como suficiente.

¿Cómo vences esa sensación?

La vences recordando que la contraparte de la insuficiencia es la suficiencia [sí, así de simple]. Sin embargo, debo enfatizar en que la suficiencia es arbitraria, varía en cada quién dependiendo de su propósito y de la forma en que ve la vida. No hay un estándar universal para ser suficientes, por lo que dejar nuestra validación en manos ajenas es inútil. Nosotros formamos nuestra suficiente de acuerdo a nuestra esencia.

El poder de ser vulnerable Brené Brown

En el primer ejemplo, la chica debe entender que aunque su vida no cumple el estándar de suficiencia de su familia, la felicidad que le da su carrera y la relación sana con su novio es un excelente indicador de que está siendo suficiente para sí misma, porque hace lo mejor que puede con lo que tiene. Si intentara ser como su familia desea, fracasaría. Lo mismo ocurre con el segundo caso.

En conclusión, puede decirse que la suficiencia suena como:

«No soy lo que quiere todo el mundo, porque no nací para complacer al mundo. Tengo dones, habilidades, deseos y sueños que solo yo tengo, porque van acorde a mi propósito en esta vida. Mientras dé lo mejor de mí al diseño único de mi vida, soy suficiente».

«No importa lo que haga o no haga hoy, soy suficiente». —Brené Brown

Así que, la próxima vez que esa sensación llegue, recuerda que no estás intentando cumplir un diseño de vida universal (porque no existe), sino el tuyo.

Anterior
Anterior

6 Curiosidades de “Cómo agua para chocolate”

Siguiente
Siguiente

“Un calcetín infinito”: Un abrazo convertido en álbum ilustrado