“Deberías hablar con alguien”: Ayudar a otros mientras te hundes
Hace cuatro años que leí Deberías hablar con alguien, de Lori Gottlieb. He de decir que, aunque es un libro de autoficción (un género que no suelo leer) con autoayuda, se convirtió en uno de los que más impactó, sobre todo por la ironía que aborda: una psicóloga que se está desmoronando mientras que ayuda a otros a reconstruirse. Y es algo en lo que no pensamos comúnmente: que los psicólogos tienen sus retos, sienten y no les basta con repasar los apuntes de su carrera para organizarse emocionalmente.
Tiempo de pedir ayuda
Lori, psicóloga que está en la mitad de sus cuarenta, se enfrenta a la ironía de ayudar a sus pacientes a enfrentar las heridas emocionales… mientras que ella sufre la decepción amorosa más catastrófica de su vida; se cae a pedazos, no sabe cómo manejarlo ni cómo seguir adelante, por lo que opta por asistir a terapia. ¿Una psicóloga que pide ayuda psicológica? No, eso no la avergüenza, sino que le da un poco de miedo, porque conoce lo que ocurre en terapia, que no es más que desgranarte ante otra persona para entender de dónde viene el dolor, el enojo y el temor que te controla.
Lori Gottlieb (Foto de Lori Gottlieb)
A lo largo del libro, Lori comparte su proceso terapéutico de la mano de su psicólogo, donde se enfrenta a sí misma, a sus sentimientos, a lo que la rodea, e incluso se anima a tomar retos para ser libre de los estigmas que ella sola se ha impuesto. Por otro lado, regresa al pasado para recordar por qué decidió abandonar el mundo de la producción televisiva para estudiar Psicología.
Pero eso no es todo…
Lori nos cuenta el proceso de restauración emocional de cuatro de sus pacientes que, sin saberlo, están en posiciones similares a la de ella: un ser humano roto que intenta recomponerse.
John: Famoso guionista televisivo ganador de premios Emmy. Trata a todo el mundo como si fueran idiotas. Es déspota, narcisista y finge que nada lo afecta. Pero, ¿y si vivió algo que lo transformó en ese ser de piedra al que todos temen?
Rita: Una mujer de 69 años que se plantea suicidarse. Sus hijos no quieren saber nada de ella, ha pasado por varios divorcios y cree que es una mala persona. Se siente sola, no ve nada prometedor para su vida.
Charlotte: Una chica de veintitantos años adicta al alcohol, con problemas para desligarse de relaciones tóxicas. Su mayor problema se suscita cuando se enamora de uno de los pacientes que atiende el colega de Lori, en la oficina de al lado.
Julie: Una mujer joven que se enfrenta a aceptar la muerte por un cáncer terminal.
Es un libro emotivo con historias crudas que nos hacen recapacitar sobre lo que damos por hecho en la vida y lo que tenemos por agradecer. Las segundas oportunidades están presentes, en sus muchos aspectos, como la poca importancia del tiempo perfecto o la edad ante las nuevas cosas que deseamos hacer. Además, expone el detrás de cámaras de los psicólogos, pues Lori explica mucho sobre la labor y lo que conllevan las sesiones en terapia.
La siguiente frase me voló la cabeza.
«No hay evolución sin renuncia, y eso explica por qué con tanta frecuencia la gente afirma que quiere cambiar pero se aferra a lo que ya tiene».
¿Y tú también necesitas hablar con alguien?