“Lunch Lady and the Cyborg Substitute”: Una heroína desapercibida
Hay ocasiones en las que desconfío de los libros en oferta, porque es una señal de que nadie más los quiso. Y cuando encontré Lunch Lady and the Cyborg Substitute, de Jarrett J. Krosoczka, no fue la excepción, pues estaba a solo USD 1.25. Aun así me lo llevé, no tenía nada que perder…
El libro está en inglés, así que cambié algunos nombres para explicar la historia. (Ojo, no soy traductor literario.)
Un sospechoso inesperado
La Banda del Desayuno, conformada por tres amigos llamados Terrence, Dee y Héctor, se pregunta qué hará la señorita de la cafetería cuando no está sirviendo la comida de la escuela. ¿Será una espía? ¿Una mujer que acumula gatos en su hogar? No lo saben. En ese momento, el bravucón Milmoe llega a molestar a Héctor y, para su buena suerte, el nuevo profesor suplente, el señor Pasteur, lo detiene. La señorita de la cafetería ve aquel acto y le ofrece unas tostadas francesas al profesor en gesto de bienvenida, pero él las rechaza.
A partir de ese momento, la señorita de la cafetería se propone a averiguar por qué el señor Pasteur le rechazó las tostadas francesas, un indicio de que algo anda mal con él (¡es que son deliciosas!). No resolverá sola ese misterio, sino con la ayuda de su asistente, quien le crea artefactos especiales y la guía en sus misiones, porque, la señorita de la cafetería es una heroína en secreto.
Protagonista diferente
Es un cómic middle grade que rompe con la fórmula común, porque la protagonista es la señorita de la cafetería, no los niños. Y el hecho de que se use a una persona que se olvida o se subestima en el diario vivir, como lo es quien sirve el almuerzo, le da un toque extra. Además, no puedo dejar por un lado el encanto y la imaginación de la historia, específicamente de los artefactos: una laptop-azafate, una espátula-helicóptero y unos nunchaku de barritas de pescado.
Quizá lo único que no me encantó del todo es lo rápido que se resuelve el misterio frente a su extensa introducción. Las páginas no están enumeradas, lo que dificulta encontrar escenas al retroceder.
¿Por qué recomiendo este cómic?
Se le da protagonismo a una persona de la vida cotidiana a la que no notamos lo suficiente.
Es corto y el nivel de inglés es básico, ideal para un niño hispano que está en proceso de ser bilingüe.
Se muestra a adultos que quieren proteger a los niños, incluso si no tienen un lazo sanguíneo con ellos.
Las viñetas son sencillas de seguir, a pesar de contar con solo cuatro colores: blanco, negro, gris y amarillo.
Debo mencionar que el autor e ilustrador de la historia la creó cuando regresó a su escuela de la primaria décadas después y vio a la misma señorita de la cafetería sirviendo el almuerzo. Eso lo hizo pensar si en todo ese tiempo ella había hecho algo más en su vida además de ejercer aquel trabajo.
Así que Lunch Lady and the Cyborg Substitute es un cómic ligero, divertido y original con un trasfondo curioso. No por nada tiene más de diez volúmenes.
Al final resultó ser una buena compra.
